-Cap XI /..*Dos Mundos:Irrealidad, Fantasía, La verdad.

…*Capítulo XI:

Salimos del instituto, temprano, y cuando llegamos al mercado, se parecía mucho a una de las partes del centro de mi ciudad llamada “Las Pulgas”, debido a que había mucha gente, y todo el mundo iba de un lado para el otro. Nos dieron a cada una unas tarjetas que nos permitirían comprar en las tiendas y nos dijeron que a las 6:00 teníamos que estar en una fuente, que estaba en el centro del mercado. Yo no necesitaba esa tarjeta así que programe mi reloj de mano a que sonara 15min para las seis.

Le conté a Ivana mi plan, y como Mario era mi responsabilidad tenía que llevarlo a todos lados, también le conté y él me dijo que por él no había problema; así que ya listo todo, nos escabullimos hasta un rincón oscuro y deseé estar en mi centro comercial preferido, en los baños de mujeres del ala oeste.

Ivana quedó impresionada por el mall, el C.C Galerías, es un establecimiento muy grande, que posee diferentes tiendas para comprar, juegos, pista de hielo, cine y demás cosillas destinadas al entretenimiento. Por dinero yo no me preocupaba, teníamos suficientes para ir a París de ida y vuelta, mis papás no me dejaron tan desamparada, ya que ambos destinaron una cuenta para mí en caso de que les pasara algo; esta reflexión me hizo recordarlos, pero pronto, muy pronto, les llegaría la hora a esos malnacidos de pagar lo que les hicieron a mi familia.

Aparté de mi lado el resentimiento que me embargó el recuerdo, y decidí colocar el mejor ánimo, para no arruinarle el momento a mi amiga. A Mario le dije que acá los gatos no hablaban, pero necesitábamos una opinión masculina así que le dije que cuando le preguntáramos sobre algo solo asintiera o negara con la cabeza. Dicho esto salimos de compras. Recorrimos 17 tiendas y en todas teníamos vestidos candidatos; Ivana se decidió por el vestido-candidato que tenían en la tienda número 3, que era un sencillo modelo de tiras cruzadas, color morado, corto, con una falda de diferentes capas de telas que le daban un toque como si se estuviera degradando; yo opte por mi vestido-candidato de la tienda número 6, que era un modelo sin tiras, espalda descubierta, que tenía una parte dura como un corcel solo en la parte de los pechos, de allí descendía una falda doble, es decir, abajo una tela oscura y arriba una más clara pero de la misma tonalidad, color turquesa.

Ivana compró unas sandalias color vino que combinaban con el vestido, de tacón alto; como mi vestido me quedaba corto, debido a mi altura, compré unas plateadas, planta baja, con tiras que daban para envolver las piernas. De accesorios, Ivana compró una cadena con un rubí, perfecto, y un gancho de cabello, del mismo color que las sandalias; yo compre una peinilla de plata con un diseño muy lindo y una pulsera.

Antes de ir a la peluquería, le convide un helado a Ivana y a Mario; Mario había quedado embobado con los trajes escogidos, en una oportunidad nos dijo que estábamos muy hermosas. Fuimos a la peluquería, Ivana prefirió alisarse su melena de cabello y colocarse el cancho de modo que le quedara la mitad recogida y abajo suelto, como media cola; yo decidí por una cebolla, pero adelante, me dejé dos mechones los cuales me enrule, y atrás, en la cebolla igual. En la cebolla incrusté la peinilla. Ya estábamos listas y era tarde ya que sonó el reloj.

Pasábamos por los pasillos, con paso veloz, y toda la gente nos echaba miradas raras, entramos en el baño, nos colocamos las capas y regresamos al Mercado, y nos dirigimos a la fuente, ya estaban formando las filas para irnos; nadie notó que llegamos, nos adentramos entre las alumnas y llegamos al instituto.

Este estaba lindamente decorado, se tomaron en serio el tema de invierno, ya que nevaba y en cada esquina habían antorchas cuyas llamas eran de un azul intenso y sustentos de hielo. Cuando entramos, algunos pasillos, tenían en el piso cuadros de hielo y las paredes eran de colores fríos; los chicos estaban ya formados esperándonos, por lo cual le solté la correa a Mario y le dije que fuera al cuarto y no hiciera desastre.

Ya todas las parejas estaban en posición, solo faltaban las del medio. Las chicas se quitaron las capas, las agarraron sus parejas e hicieron el inicio de la coreografía; Tom me llegó por detrás, gracias a Dios ya que no lo veía. Me quité mi capa, y me dijo estas hermosa Li y entramos. Empezamos a bailar según lo indicado, abriéndonos pasos entre los chicos, también eso era lo que iban hacer los príncipes por el otro lado; cuando llegamos al centro, observé dos figuras tan blancas como la nieve y ojos grises, solo resaltaban sus cabellos, el del chico negro y el de la chica rubio, ya que sus trajes también eran blancos; seguimos bailando hasta que llego la parte de las piruetas, y el intercambio. Nos salió bien, cuando gire y llegué a las manos del príncipe, él debía de inclinarme hacia abajo, su contacto era cálido, pensé que sería frío por la apariencia de su piel. Cuando terminó la música sonaron los aplausos, el príncipe me levanto y soltó; yo le dedique una mirada agradable y le dije permiso.
Me di media vuelta y me fui hacia donde estaba mi grupillo. Al cabo de un rato, empezó la música de nuevo, por lo tanto también comenzamos a bailar. No llevaba ni 5min bailando, cuando Artemisa me llamo.

-Carli, acompáñame; es de mala educación no saludar- me dijo, dirigiéndome una mirada acusadora.

-¿Y a quién no salude?- pregunte yo inocente, pero ya sabía a quienes no saludé.

Los reyes del norte tenían las mismas características físicas que sus hijos; cuando llegue ante ellos, me incline y les dije:-Hola, espero que pasen una linda velada, y disfruten su estancia acá, por esta breve noche.

-La estamos pasando bien, gracias por tu deseo; ¿eres Carli?-me pregunto la reina, su voz era como el silbido que hace el viento al azotar las hojas.

-Si señora-respondí.

-Pues es un honor conocerte-respondió el rey- a la primera de tu clase, le debemos la vida.

-También un placer, espero que pronto nos visiten-dijo el príncipe, no sé por qué razón me sentía incomoda, ni tanto los reyes como sus hijos me inspiran confianza.

Solo les sonreí y gracias a Dios, Ivana no sabía que estaba con los reyes y pegó un grito en medio salón preguntando donde estaba. Esa era mi amiga, la introvertida, amable, sensible, preguntona, metiche (a buena manera), pensadora de Ivana, sin querer, con sus locuras a veces me salva el día.

Me despedí dándoles una mirada de disculpa y me dirigí al centro de la fiesta, cuando Ivana me vio, junte mis manos y le empecé a decir gracias, moviendo los labios sin pronunciar palabras.

Bailamos todo el grupillo, incluyendo a Tom, ya que los chicos, aparte de que lo integraron, nos hacían burla de novios; yo ni bolas les paraba, y Tom solo decía ojala. Esa noche la atracción, estaba más intensa que nunca, esa corriente eléctrica que se formaba en cada rose, las miradas cargadas de aprecio e intensidad, el coqueteo mutuo para encender la chispa; ya lo había pensado y deducí que había sufrido la conexión. Todos nos estábamos divirtiendo, y formamos un círculo y empezamos a bailar como locos.

En una estaba bailando con Tom cuando una mano le toco el hombro a este, él se volteo y en ese momento en que nos separamos paso, otra vez como flash, un sombra ante mis ojos; me coloqué atenta, para luego encontrarme que no iba a bailar con Tom sino con el príncipe, Iván. Me tomo de tomo de la cintura, con un brazo, y con el otro tomo una de mis manos; empezamos a danzar y me dijo:

-¿Es celoso?

-No, y no tiene por qué estarlo- y le sonreí

-¿A no?-me dijo

-No-le dije- solo es un baile, no hay nada malo.

-Solo un baile, pues quien quita que haya más.

-Pues me desagrada arruinar tus intenciones Iván, pero ya la vacante para príncipe azul expiro-le dije yo cortante.

-Jajaja, cuídate mucho Carli, eres una joya no menos preciada- y así termino mi pequeña charla con el príncipe Iván y se acabo la canción; de inmediato me recuperó Tom y se lo agradecí.

Las luces bajaron su tonalidad, y empezó a sonar canciones suaves, de ritmo lento. Tom y yo empezamos a bailar, juntos; en cada paso, la atracción se afianzaba, y un torbellino de emociones me apresaba. A la penumbra Tom pronunció:-Te quiero- y me besó.

Mi primer beso, el contacto de labios, la reacción, el frenesí de más, la pasión, el éxtasis del momento, me dejo helada; nos no dijimos nada y seguimos bailando, hasta que en una esquina divisé una sombra andante, y luego en mi mente ojos rojo. Luego de eso, sacudí mi cabeza y volví a mirar la esquina, nada.

Pasaron 15min y escuche una voz en mi mente Carli, ¡ayúdame! Era Mario; me suplicaba que lo ayudara, las sombras, ahora todo encaja; Samuel está aquí y no es una visión. Me separe abruptamente de Tom y salí corriendo del salón hacia mi habitación. Cuando entre Mario tenía amarrada las patas y estaba amordazado, lo desate primero de las patas y luego le quite la mordaza, a penas lo hice me dijo:-Es una trampa vete- y en ese instante la puerta se cerró y me embargo la misma sensación que hacían que mis vellos se me erizaran…

--O--

..Hola mis queridos -Rosses Poped- lamento haberme ausentado pero aca estoy de regreso recargada; a parte de la razon ya dicha que por que mi ausencia, tambien tome este tiempo para escribirles más.. Espero que les guste el capi me tomo un poquito de tiempo redactarlo, ya que no sabía como era la mejor forma de expresar la parte del beso xD pero bueno creo que asi quedo bien...

El blogg ya posee más premios, y ¿adivinen que más+++? ...

Nuevos lectores wiiii, me alegra demasiado saber eso, porque para mí es lo máximo, asi también me animo cada día, porque se que mis locuras escritas les agrada jeje :D

Así que a todos mis -Roses- (viejos & nuevo) ¡Grax! son mi familia bloggera / apoyo incondicional..

Cuidense y besillos...

Att:..*D!¡ana.